Nuestra primer portada

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Revista "Madre Tierra"

domingo, 31 de mayo de 2009

Leyendas de Nuestra Tierra: El Camaruco




Camaruco









Lugar: provincia de Chubut, Argentina.

Época: Al comenzar la primera luna de primavera, cada dos años, durando de uno a tres días.

Debió ser - antiguamente - una fiesta religiosa cuyo fin primordial era dar y pedir gracias a los espíritus del cielo y de la tierra.

Entre los araucanos existe la tradición de que el primer Camaruco fue ordenado por Mapú (espíritu terrestre) y Antú (el Sol, que personificaba al espíritu celestial). En la actualidad el Camaruco se realiza para pedir a los espíritus del Bien (Nguenachén) que den buenas cosechas, traigan la lluvia, se lleven la peste que diezma a la tribu, etc. El campo en que tiene lugar es siempre el mismo y a él acuden convocados por la tribu que va a revivir el Camaruco, indígenas de todos los alrededores. El día que comienza, antes de que amanezca los participantes ya están montados en sus caballos, de cara al sol naciente. Cuando sale el sol, se le recibe jubilosamente y en torno del toldo del Presidente - quien convocó a la ceremonia - dan cuatro vueltas y otras tantas en torno del campo.

Poco después se efectúan las rogativas que duran horas. A éstas le siguen grandes libaciones y se inicia el baile, que se generaliza con los compases que marcan la trutruca, la pifilca y el cornetón.

Los participantes visten collar de cascabeles a la cintura, pantalones cortos de colores (predominan el rojo y el verde) y tienen dibujos geométricos en el rostro.
Los caballos, uno blanco y otro alazán, se pintan con rayas azules o blancas respectivamente. Cada animal lleva una vincha tejida en la cabeza y otra con borlas de colores en la cola.

Félix Coluccio: Fiestas y celebraciones de la República Argentina, Ed. Plus Ultra, 442 pág, 4ta. edic, 1995.

Leyendas de Nuestra Tierra: La Salamanca




La Salamanca











Llegó al Chaco junto con los santiagueños que se desplazaron hacia nuestra provincia atraídos por la zafra algodonera y la gran demanda de mano de obra que en ese tiempo ofrecía la actividad forestal. Algunos de ellos fueron conducidos por sus "Patrones" (los colonos) que viajaron expresamente a buscarlos. Otros simplemente arrearon sus míseros ganados, cargaron sus pocos enseres en zorras o volantas e hicieron el viaje hasta el sector noroeste del Chaco, donde se afincaron como pequeños criadores de ganado criollo. Desarrollaron una agricultura de subsistencia y muchos de ellos estacionalmente participaban de la cosecha del algodón en los alrededores. En las noches, en ruedas de fogón, contaban a sus jóvenes historias sobre la LA SALAMANCA. El gran interés que despertaron estas narraciones hizo que sea un excelente recurso para infundir miedo, aumentar su prestigio de "hombres experimentados" y sobre todo, transmitir pautas culturales, y valores de tipo ético o moral. Esta actitud, nos permite valorar el ingenio de los primeros criollos que sin haber recibido educación formal, descubrieron que el relato de historias fantásticas podía llevar entre líneas, aquellas enseñanzas que le interesaba transmitir a sus hijos. Igual procedimiento fue utilizado por los primeros pueblos europeos. Es decir, fabulando historias que interesaban sobremanera a los cándidos repertorios, explicaron el origen del mundo material, satisficieron la curiosidad respecto de los fenómenos internos del alma, dieron a conocer reglas de comportamiento social y encontraron una respuesta a la gran duda sobre el origen del mundo.

La Salamanca es el baile de los diablos. En ese aquelarre donde participa todo el Averno. Encontramos allí a los excluidos, las brujas, los asesinos, los malditos y también a quienes asisten para adquirir determinadas destrezas. El diablo mayor otorga el don de ser el mejor guitarrero, el mejor domador, suertudo con las guainas, ganador en los juegos de azar, buen cuchillero y mejor rastreador, a quien, pacto de sangre mediante, firme un TRATO con él. Este convenio consiste en adquirir las destreza deseada, a cambio del alma, la que será entregada cumplido el plazo que se estipula en el acto. Pero para ganar la confianza del Tío, es necesario vencer pruebas de valor antes de ingresar al recinto. Soportará el salamanquero el embate de horribles bestias, furiosas víboras, sonidos que hielan la sangre, visiones demoníacas, cruzará senderos de espinas y fuego, pero principalmente abjurará de Dios, escupiendo a la entrada un crucifijo. Cerrado el trato, sale al mundo a despertar la envidia de otros varones y la admiración de las mujeres.

En Santiago del Estero dicen que la Salamanca se halla en la profundidad de los montes. Que los solitarios sacheros suelen escuchar una música irresistible en la lejanía de la espesura. Quien tema las malas artes, o por principios religiosos reniegue de esas prácticas, evitará dejarse llevar por la tentación. En Catamarca, cuando alguien es sospechado de haber visitado la Cueva del Diablo (socavones en la montaña) observan al pasar éste si proyecta sombra, señal inequívoca que es prueba irrefutable. En Chile dicen que para llegar al lugar es necesario conocer la fórmula mágica que debe pronunciarse, la cual es transmitida por alguien que ya estuvo allí. En nuestro país, para llegar a La Salamanca, se requiera de la firme voluntad de hacerlo, armado de un coraje extraordinario para vencer todos los peligros figurados que deberá sortear para alcanzar tan preciadas habilidades.

La creencia en La Salamanca proviene de España. Allí al finalizar la expulsión de los moros, se tejieron historias sobre las prácticas de brujería y magia negra que llevaban a cabo los invasores en las cuevas de las montañas y la más famosa era la Cueva de Salamanca. Hay en la actualidad una provincia homónima en el norte de ese país y también una diócesis. La literatura ibérica satirizó a la sociedad de la época, creando obras donde los protagonistas cuya moral se cuestionaba, eran visitadores de las Cuevas para estudiar magia negra. En la Argentina, el cancionero popular ha abordado el tema, lo mismo que la literatura gauchesca (recuérdese Santos Vega y Don Segundo Sombra).

martes, 19 de mayo de 2009

Manco Inca












Bajo el vasallaje español


Las tropas de Quisquis se enfrentaron al ejército combinado de Manco Inca y Pizarro. Pintura de Juan Bravo para la municipalidad de Cusco.

Una vez nombrado, Manco Inca solicitó a Pizarro que le dé permiso para organizar un ejército que combatiera a las tropas del general atahualpista Quisquis, Pizarro, además de darle el permiso, lo apoyó con caballos y soldados españoles. Unos espías informaron a Manco Inca de las intenciones de las tropas de Quisquis para atacar Jauja, dándole la opción de enviar justo a tiempo a su ejército bajo el mando de su hermano; Paullu Inca. Tras la batalla, Quisquis y sus guerreros se vieron obligados a retirarse hacia Tarma. Sin embargo, fueron expulsados también de Tarma ya que sus habitantes eran huascaristas. Finalmente, Quisquis fue asesinado por sus propios soldados quienes se negaban a seguir combatiendo a los españoles.



La Guerra de Liberación Inca

La Planificación

Cuando Manco Inca fue coronado Sapa Inca por los españoles, no disponía de muchos privilegios, además era maltratado y humillado con frecuencia. Su esposa principal contenia relaciones sexuales diariamente con manco inca y esta fue llevada al harén de Pizarro, su hermana fue violada delante suyo y era constantemente vigilado por algún grupo de españoles. Tras esos sucesos, intentó escaparse dos veces pero no tuvo éxito en sus intentos, y fue severamente castigado por los españoles (lo encadenaron, y solían tirarlo al piso y orinarse en sus orejas). Finalmente, el 18 de abril de 1536, Hernando Pizarro lo dejó libre con la condición de que no abandonara Cusco. Manco Inca le dio ladrillos de oro, vigas de plata y una propia vajilla de oro como agradecimiento y ofreció traerle una estatua de oro de Huayna Cápac tamaño real, el español, creyéndole, lo dejó ir, pero Manco Inca se fue al pueblo de Calca, donde sus capitanes ya lo estaban esperando.


El sitio del Cuzco


Representación pictórica del sacrificio de Cahuide, (detalle de la pintura de Juan Bravo: historia del Qosqo).

Manco Inca huyó a Calca, ahí juntó rápidamente un ejército y a muchos nobles cuzqueños. Hernando Pizarro y su ejército (la mayor parte compuesto de incas sublevados) atacaron las tropas de Manco Inca en Calca, pero fueron derrotados y se retiraron. Unos días después en Yucay también fueron derrotadas las tropas de Gonzalo Pizarro ante los ataques de Manco Inca.

Ese mismo año (1536) Manco Inca organizó dos poderosos ejércitos, uno bajo el mando de Quizu Yupanqui con el objetivo de tomar Lima y otro bajo su propio mando que tomaría Cusco.15 Para el día de la toma de Cuzco el ejército de Manco Inca contaba ya con jinetes y ballesteros incas y algunos mosquetes, inclusive el mismo Manco Inca usó una espada y una coraza española.



En la toma de Cuzco se enfrentaron las tropas rebeldes de Manco Inca contra 30.000 incas "pizarristas" y 200 españoles que se refugiaron en el centro de Cuzco.La contienda duró 9 meses y la ciudad se vio muy afectada por la guerra, muchos techos se incendiaron, se hicieron tumbar algunos muros y Manco Inca ordenó hacer inundar la capital descanalizando los ríos Tullumayu y Saphi que pasaban por medio de la ciudad para impedir que los soldados a caballo huyan.Sin embargo, Alonso de Alvarado regresó a la ciudad imperial de una expedición fracasada, en Lima le proporcionaron indios de Panamá y de Nicaragua con los cuales fortaleció el ejército pizarrista de Cuzco. Pronto las tropas de Manco Inca fueron reducidas y replegadas en Sacsayhuamán. La última batalla fue la Batalla de Sacsayhuamán donde se destacó el soldado rebelde Cahuide al lanzarse del torreón de Muyucmarca. En esta batalla murió Juan Pizarro de un golpe en la cabeza.

Tras ser derrotado en Cuzco, y su general en Lima, las tropas de Manco Inca se replegaron a Ollantaytambo, donde presentarían batalla, y finalmente a Vilcabamba.

Estadía en Vilcabamba

Manco Inca se refugió en la fortaleza de Ollantaytambo, ahí fue atacado por la caballería y los incas pizarristas que luchaban del bando de Hernando Pizarro. La Batalla de Ollantaytambo la ganaron los locales, obligando a las tropas de Hernando Pizarro alejarse tan rápido que dejaron sus toldos (carpas).

En 1537, Paullu Inca, hermano de Manco Inca, se alió a las tropas de Almagro y tomaron juntos el Cuzco, desplazando a las tropas de los hermanos Pizarro. Tras esta toma Almagro nombró Sapa Inca a Paullu Inca.
Luego, las tropas de Manco Inca se trasladaron a Vilcabamba,donde se organizaron en tres sectores:
Sector Norte: Al mando de Illa Túpac para atacar la costa y sierra norte de Perú y Ecuador.
Sector Medio: Al mando de Manco Inca tuvo control desde Jauja hasta Vilcas.
Sector Sur: Al mando de Vila Oma, Tiso Yupanqui y Ccora para dominar el Contisuyo
Este sector medio fue atacado por Villadiego, en la batalla sólo sobrevivieron 2 soldados españoles, Manco Inca montado en un caballo había sorprendido a los conquistadores y los había hecho caer al abismo.

En 1539 Gonzalo Pizarro mandó a decir a Manco Inca que si no se entregaba, matarían a flechazos a su esposa y hermana llamada Cora Ocllo. Al no obedecer en 30 días los ballesteros españoles amarraron a la mujer a un poste de madera, y ella, antes de ser ejecutada les dijo: ¿En una mujer vengais sus enojos?¡Vamos, deos prisa y acabadme pronto!.
En 1542, cuando Manco Inca se enteró de la muerte de Francisco Pizarro, se alió a las tropas de Diego de Almagro. Inclusive, muchos almagristas se refugiaron donde Manco Inca en Vitcos.

Muerte

En 1545 (algunos sostienen que fue en 1544), Alonso de Toro, teniente gobernador de Cusco ofreció una oportunidad a los almagristas que habían traicionado a España. Les dijo que si mataban a Manco Inca les perdonaría, y así fue. Un día de 1545, en Vilcabamba 7 almagristas asesinaron a Manco Inca delante de su hijo.

Su hijo, Titu Cusi Yupanqui, sería más tarde cronista, y narró la muerte de su padre. Escribió el último mensaje que le dio agonizante: "No te dejes engañar con sus melosas palabras, son todas mentiras, si tú les crees te engañarán como lo hicieron conmigo". Las cabezas de los 7 españoles que asesinaron a Manco Inca fueron exhibidas en las plazas y calles de Vitcos y Vilcabamba.

Le sucedió su segundo hijo, Sayri Túpac Inca, quien renunció y dejó el trono a su hermano mayor (hijo mayor de Manco Inca) llamado Titu Cusi Yupanqui y cuando este murió le dejó el trono a su hermano llamado Túpac Amaru I. Los cuatro incas de Vilcabamba fueron de la familia de Manco Inca.

Manco Inca












Manco Inca


Inca de Vilcabamba
(Al inicio fue un "Inca marioneta")
1533 – 1545
Precedido por Túpac Hualpa
Sucedido por Sayri Tupac Inca
Dinastía Hanan Cuzco
Nacimiento ¿1515?
Cuzco
Fallecimiento ¿1544?/¿1545?
Vilcabamba

Partido Huascarista

Cónyuge Cora Ocllo

Manco Inca Yupanqui, también conocido como Manco Cápac II, fue el primero de los cuatro rebeldes incas de Vilcabamba. Escapó de los ejércitos de Atahualpa en Cusco y ofreció ayuda a los conquistadores españoles creyendo que lo liberarían de las "malignas tropas de Quito". Lo nombraron Emperador inca, pero después de los múltiples abusos que cometieron con él y su pueblo, decidió escaparse y rebelarse. En 1536 casi libera Cusco y expulsa a los españoles,sin embargo se refugió en Vilcabamba al tener que dar de baja a sus tropas por el excesivo tiempo que estaba tomando la guerra. Finalmente fue asesinado en 1544 (algunas fuentes indican 1545) por 7 españoles que lo traicionaron.



Origen y entronación.


Manco Inca liderando la rebelión, detalle de pintura de Juan Bravo, en la municipalidad del Cusco.

Manco Inca fue uno de los más de 600 hijos de Huayna Cápac, probablemente nació en 1515, en Cusco. Cuando las tropas de Atahualpa tomaron dicha ciudad bajo el mando del general Quisquis, mataron a los descendientes de Huayna Cápac, a los partidarios de Huáscar y todo aquél que pudiera intentar tomar el lugar del Inca. Por esta razón Manco Inca se vio obligado a huir evitando cualquier contacto con los atahualpistas.
El 14 de noviembre de 1533 encontró a Francisco Pizarro y su contingente tanto inca como español. Éste y otros hechos como la matanza de Atahualpa llevaron a Manco Inca a creer que los españoles eran "salvadores" enviados por los dioses. Al presentarse a Pizarro éste le respondió: "Has de saber que yo vine con el único propósito de protegerte y liberarte de esta gente de Quito, podeis creer que yo no vengo en provecho mío." Existen dos versiones sobre el fin de Chalcuchímac. Una de ellas dice que para darle una mayor credibilidad al joven inca, Pizarro quemó vivo a Chalcuchímac en su delante. Por otro lado, José A. del Busto cita a Pedro Sancho de la Hoz cuando afirma que el general ya había muerto un día antes del arribo de Manco Inca:

En la mañana del sábado 15 de noviembre, día de San Eugenio, las tropas hispano-indígenas ingresaron a la capital (Cusco) por el cerro de Carmenca (actual barrio de San Blas) para luego bajar por un camino que llevaba a un río y que posteriormente bautizaron como "El callejón de la Conquista" o "La calle de los Conquistadores".Tras saquear el Coricancha, los templos y palacios más importantes del Cuzco, Francisco Pizarro coronó a Manco Inca como Sapa inca.

Antecesores de Tupac Amarú: Sayri Túpac

Hijo de Manco Inca Yupanqui, hermano de Titu Cusi Yupanqui y Túpac Amaru I, en 1545 sucedió a su padre en Vilcabamba, el último reducto de resistencia Inca. Intentó entablar relaciones con Pedro de la Gasca pero el trato que éste ofrecía no fue suficiente para él, de la misma manera, intento llegar a un trato con el virrey Andrés Hurtado de Mendoza en 1550 y 1556. En 1558, tras ser bautizado y de renunciar a sus derechos al trono, recibió diversas propiedades, así como el valle de Yucay. Casado bajo el rito católico con su hermana Cusi Huarcay, dejó una sola hija, doña Beatriz Clara Coya. Falleció en 1561.

Titu Cusi Yupanqui

Titu Cusi Yupanqui, monarca inca del siglo XVI en el Reino de Vilcabamba.
Hijo de Manco Inca Yupanqui, su hermano Sayri Tupac Inca decidió aceptar las condiciones ofrecidas por los españoles y renunciar al trono, por lo que Titu Cusi Yupanqui se convirtió en el nuevo gobernante del reino de Vilcabamba, un pequeño reducto inca que comprendía la propia ciudad de Vilcabamba así como las localidades de Vitcos y Rangaya. Tras un período de hostilidades con los españoles, acabó asumiendo un compromiso, por el cual aceptó la entrada de misioneros en Vilcabamba y recibió el bautismo. Ello no impidió que se mantuviese firme en lo que respecta a su soberanía, por lo que llegó a escribir, en 1570, una carta a Felipe II, en la que exponía los agravios a los que su pueblo había sido sometido (Relación de cómo los españoles entraron en Pirú y el subceso que tuvo el maldito (llamado así por los pobres de la revolución neozalandesa) Mango Inca en el tiempo que entre ellos vivió). Su muerte, posiblemente causada por una pulmonía, fue achacada a un envenenamiento llevado a cabo por los españoles y provocó el asesinato de los misioneros y la reapertura de las hostilidades. Le sucedió su hermano Túpac Amaru.

Tupac Amarú. Sus orígenes

Se hace necesario conocer los orígenes del Gran Lider INCA. Y es alli donde encontramos que ya sus ancestros, pelearon por los derechos de su tierra y cultura.José Gabriel Condorcanqui, tuvo doscientos años antes un antecesor que, como él peleo por su gente. Aquí la historia del primer Tupac Amarú.


Túpac Amaru (Cuzco, 24 de septiembre de 1572) (quechua: Tupaq Amaru )? fue el último líder nativo moderno del Imperio Inca en Perú. El hijo de Manco Inca Yupanqui (también conocido como Manco Capac II), fue hecho sacerdote y guardián del cuerpo de su padre.




Adquisición

Túpac Amaru asumió el título imperial luego de que su medio hermano -el Sapa Inca- Titu Cusi murió en 1570. Los incas creían que su medio hermano se había visto forzado a admitir a los sacerdotes misioneros en Vilcabamba y que los españoles lo habían envenenado. En estos tiempos los españoles todavía no estaban advertidos de la muerte del anterior Sapa Inca y habían enviado rutinariamente dos embajadores para continuar con las negociaciones en curso. Fueron ambos muertos en la frontera por un capitán inca.

Usando como justificación que los incas habían roto "la inviolable ley de todas las naciones del mundo: respeto a los embajadores" el nuevo virrey, Francisco de Toledo, decidió atacar y conquistar Vilcabamba. Declaró la guerra el 14 de abril de 1572 y en dos semanas 2 pequeñas partidas de soldados españoles, junto con cincuenta aliados cañaris, habían reconstruido un puente clave en la frontera y de allí Toledo pudo armar su ejército.

La guerra final con España

El 1 de junio el primer encuentro de la guerra comenzó en el valle de Vilcabamba. Los incas atacaron primero con mucho espíritu a pesar de estar sólo ligeramente armados. Una y otra vez intentaron levantar el asedio mantenido por los españoles y sus aliados nativos pero cada vez eran forzados a retirarse. El 23 de junio el fuerte de Huayna Pucará se rindió frente a la artillería española. El ejército inca, ahora en retirada, optó por abandonar su última ciudad y dirigirse a la selva para reagruparse. El 24 de junio los españoles entraron en Vilcabamba para encontrarla desierta y que el Sapa Inca se había ido. La ciudad fue enteramente destruida.
Túpac Amaru se había marchado el día anterior con una partida de alrededor de 100 y se dirigió al oeste, dentro de los bosques de las tierras bajas. El grupo, que incluía a sus generales y a los miembros de su familia, se había dividido en pequeñas partidas en un intento de evadir ser capturados.

Tres grupos de soldados españoles los persiguieron. Uno capturó a la esposa e hijo de Tuti Cusi. El segundo regresó con prisioneros militares junto con oro, plata y otras gemas preciosas. El tercero regresó con los dos hermanos de Túpac Amaru, otros parientes y sus generales. El Sapa Inca y su comandante permanecieron sueltos.

La huida de Vilcabamba

A continuación un grupo de cuarenta soldados elegidos personalmente salieron en persecución de éstos. Siguieron el río Masahuay durante 170 millas, donde encontraron un almacén inca con cantidades de oro y vajilla de los incas. Los españoles capturaron un grupo de indios chunco y los obligaron a decirles lo que habían visto, y si habían visto al Sapa Inca. Éstos informaron que se había ido río abajo, en bote, hacia un lugar llamado Momorí. Los españoles construyeron después cinco balsas y continuaron la persecución.

En Momorí descubrieron que Túpac Amaru había escapado por tierra. Continuaron con la ayuda de los Indios Mamarí, los cuales avisaron qué ruta habían seguido los Incas e informaron que Túpac se veía ralentizado debido a que su mujer estaba a punto de dar a luz. Después de una marcha de 50 millas vieron una fogata alrededor de las nueve de la noche. Encontraron al Sapa Inca Túpac Amaru y a su mujer calentándose entre sí. Les aseguraron que no se les produciría ningún daño y asegurarían su rendición. Túpac Amaru fue arrestado.

Los cautivos fueron traídos de regreso a las ruinas de Vilcabamba y juntos entraron en Cuzco el 21 de septiembre. Los vencedores también trajeron los restos momificados de Manco Cápac y Titu Cusí y una estatua de oro de Punchao, una representación del linaje inca que contenía los restos mortales de los corazones de los incas fallecidos. Estos objetos sagrados fueron luego destruidos....

Ejecución

Se hicieron varios intentos para convertir a Túpac Amaru al cristianismo pero se cree que estos intentos fueron rechazados por un hombre que estaba convencido de su fe. Los cinco generales incas capturados recibieron un juicio sumario en el que nada fue dicho en su defensa y fueron sentenciados a la horca. Varios de los que murieron de las severas torturas que recibieron fueron también colgados.

El juicio del Sapa Inca comenzó un par de días más tarde. Túpac Amaru fue condenado por el asesinato de los sacerdotes en Vilcabamba, de los cuales fue probablemente inocente. Fue sentenciado a la decapitación. Numerosos clérigos, convencidos de la inocencia de Túpac Amaru, suplicaron de rodillas al virrey que el Inca fuera enviado a España para ser juzgado en vez de ser ejecutado.

Un testigo ocular del día de la ejecución lo recordaba montado en una mula con las manos atadas a su espalda y una soga alrededor del cuello. Otros testigos dijeron que había grandes masas de personas y que el Sapa Inca estaba rodeado por cientos de guardias con lanzas. Frente a la catedral, en la plaza central de Cuzco, un patíbulo había sido erigido. Se dice que había entre 10.000 y 15,000 personas presentes.
Túpac Amaru subió al patíbulo acompañado por el obispo de Cusco. Mientras lo hacía, se dice en las fuentes que "una multitud de indios, que llenaron completamente la plaza, vieron el lamentable espectáculo [y sabían] que su señor e Inca iba a morir, [y] ensordecieron los cielos, haciéndolos reverberar con sus llantos y lamentos"

Como es relatado por Baltasar de Ocampa y fray Gabriel de Oviedo, prior de los dominicos en Cuzco, ambos testigos oculares, el Sapa Inca levantó su mano para silenciar a las multitudes, y sus últimas palabras fueron:
"Ccollanan Pachacamac ricuy auccacunac yahuarniy hichascancuta."
"Madre Tierra, atestigua cómo mis enemigos derraman mi sangre."

Descendientes

Cerca de cuarenta años después de que la conquista del Perú hubiese comenzado con la ejecución de Atahualpa, esta concluyó con la ejecución de su sobrino. Con el fin de prevenir el resurgimiento del imperio y borrar todo rastro de su descendencia, la fuente de futuras generaciones reales fue prontamente eliminada por el virrey. Varias docenas de personas, incluyendo al hijo de tres años de Túpac Amaru, fueron desterradas a México, Chile, Panamá y a otros lugares distantes. Sin embargo a algunos se les permitió eventualmente retornar sus lugares de origen. Dos siglos después, aparentemente uno de sus descendientes, don José Gabriel Condorcanqui Túpac Amaru II, lideró un levantamiento indígena en 1780 contra la continua presencia española en el Perú.

Reconocimiento a Tupac Amarú II














La fama de Túpac Amaru se extendió de tal forma que incluso los indígenas sublevados en el llano de Casanare, en la región de Nueva Granada, le proclamaron rey de América. Siguiendo los pasos de su antecesor, que había intentado una solución pactada al conflicto, tras difíciles negociaciones, en noviembre de 1781, el nuevo cacique inca consintió en deponer las armas con la promesa española de indultar a los rebeldes y corregir la mala situación de los indígenas.

Movimientos posteriores invocaron el nombre de Tupac Amaru para obtener el apoyo de los indígenas, caso entre otros de Felipe Velasco Tupac Amaru Inca o Felipe Velasco Tupac Inca Yupanqui, quien pretendió levantarse en Huarochirí en 1783.

La rebelión de Túpac Amaru II marcó el inicio de la etapa emancipadora de la historia del Perú cuando este país se decide por su independencia luego de casi tres siglos de ser colonia española. Por su parte Condorcanqui es considerado un precursor de la independencia del Perú. Incluso, actualmente su nombre y figura es acogida ampliamente por los movimientos indígenas andinos, así como por los movimientos de izquierda política.

En el Perú, el gobierno del General Juan Velasco Alvarado acogió la efigie estilizada de Tupac Amaru como símbolo del "Gobierno revolucionario de las Fuerzas Armadas" que él encabezaba. En su honor renombró uno de los salones más suntuosos del Palacio de Gobierno.

En otro sentido, su nombre también fue utilizado por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru o MRTA, que operó en el Perú desde 1985 hasta 1997. El MRTA se dio a conocer internacionalmente, por la crisis de la toma de rehenes en la embajada Japonesa durante el gobierno de Alberto Fujimori.

Fuera del Perú, Los Tupamaros también conocidos como Movimiento de Liberación Nacional o por sus siglas MLN, fue un grupo insulgente que estuvo activo entre los años de 1960 y 1970 en Uruguay, que se denominó como tal por la admiración y respeto que según sus militantes sentían por Tupac Amaru II.

En los Estados Unidos de Norteamérica el famoso rapero 2pac tiene como nombre de nacimiento el de Tupac Amaru Shakur debido a la admiración que su madre Afeni Shakur tenía por Túpac Amaru II.

Juzgamiento y ejecución de Tupac Amarú II(18 DE MAYO DE 1781)

















Intento de descuartización.

El 18 de mayo de 1781, en la Plaza de Armas del Cusco, Tupac Amaru fue obligado, tal y como señalaba la sentencia, a presenciar la ejecución de toda su familia. Ante su presencia ejecutaron a sus aliados y amigos, su esposa y sus cuatro hijos. Luego le cortaron la lengua. Se le intentó descuartizar vivo atando cada una de sus extremidades a sendos caballos, de manera infructuosa, por lo que finalmente se optó por decapitarlo y posteriormente despedazarlo. Los científicos que han estudiado este tema concluyeron que por la contextura física de Túpac Amaru era imposible despedazarlo de esa forma, sin embargo se le dislocaron brazos y piernas junto con la pelvis. Aunque Amaru hubiera sobrevivido a ese intento de descuartizarlo hubiera quedado prácticamente inválido.

Su cabeza fue colocada en una lanza exhibida en Cusco y Tinta, sus brazos en Tungasuca y Carabaya, y sus piernas en Levitaca y Santa Rosa (actual provincia de Chumbivilcas).

A pesar de la ejecución de Tupac Amaru y de su familia, el gobierno virreinal no logra sofocar la rebelión, que continuó acaudillada por su primo Diego Cristóbal Túpac Amaru, al tiempo que se extendía por el Alto Perú y la región de Jujuy.

Acciones militares de Tupac Amarú II

















El día que estalló, el 4 de noviembre de 1780, la rebelión se dirigió, contra el corregidor de Tinta, el español Antonio de Arriaga, quien fue apresado ese mismo día y ejecutado. José Gabriel había adoptado el nombre de Tupac Amaru II, en honor de su antepasado el último Inca de Vilcabamba. Posteriormente el movimiento se propaló por gran parte del Virreinato del Perú.

Aunque su objetivo inicial fue consolidar un frente con los criollos, no pudo evitar que en la guerra se enfrentaran indígenas contra europeos y criollos. Al frente de una nutrida hueste y después de vencer a un ejército de 1.200 españoles en Sangarará, en Cusco, Tupac Amaru decidió no dar el golpe definitivo a la plaza virreinal ubicada en la ciudad del Cusco al norte de Sangarará.

Al contrario, replegó sus tropas a Tungasuca (actual provincia de Canas, al sur de Sangarará). Algunas fuentes señalan que Tupac Amaru realizó esta retirada táctica con la finalidad de facilitar el diálogo con las autoridades españolas. Sin embargo, lo que permitió fue que los españoles en Cusco organizaran la resistencia y tuvieran tiempo de recibir refuerzos enviados por orden del Virrey de las ciudades de Lima, Arequipa y Huamanga. Estos refuerzos y la nueva estrategia planteada por el general realista Gabriel de Avilés fueron determinantes para que las tropas del virrey (que contaba entre sus oficiales con el brigadier Mateo Pumacahua, que encabezaría años después otro levantamiento de corte independentista) pudieran vencer a los rebeldes el 8 de enero de 1781.

Luego de esta caída, las tropas realistas, bajo el mando del Mariscal español José del Valle, persiguieron a las huestes tupacamaristas, produciéndose sendos enfrentamientos los días 5 y 6 de abril en Tinta. Las huestes independentistas fueron diezmadas y los principales dirigentes de la rebelión capturados.

Tupac Amarú II









Terminados los estudios y nombrado cacique de los territorios que le correspondían por herencia, Condorcanqui fijó su residencia en la ciudad del Cusco, desde donde viajaba constantemente para controlar el funcionamiento de sus tierras. El 25 de mayo de 1758, contrajo matrimonio con la joven Micaela Bastidas Puyucahua quien también descendía de una familia cusqueña de abolengo. Con Bastidas, Condorcanqui engendraría tres hijos, Hipólito, que nació en 1761, Mariano, que nació en 1763, y Fernando, que nació en 1770. En ese momento, las propiedades de Condorcanqui incluían cocales en Carabaya (actual provincia de Carabaya, departamento de Puno), chacras en su natal Tinta, vetas de minas en el sur del Alto Perú (actual Bolivia), y un número aproximado de 350 mulas que empleaba como animales de carga para el transporte de mineral a las provincias argentinas, principalmente Tucumán. Además se dedicaba al transporte y comercio de "indios" para el trabajo en las minas de Potosi, (lo que actualmente seria trata de personas). Todas estas actividades económicas le procuraron a él y a su familia un buen nivel económico. Debido a sus fuertes rasgos indígenas, la alta sociedad cusqueña formada principalmente por españoles y criollos no lo aceptaba como uno de los suyos.

La tradición de su familia afirmaba que descendía directamente de la rama de los incas, encabezada por Manco Inca (¿Mallku inka?) que luego de resistir la invasión española, huyendo de la dominación colonial, se asentaron en la localidad de VILCABAMBA Vilcabamba departamento del Cusco). En esas ideas, José Gabriel Condorcanqui afirmaba descender de Túpac Amaru I, el último Inca de Vilcabamba, quien fuera ejecutado en 1572 en la Plaza de Armas del Cusco por orden del Virrey Francisco de Toledo.

Debido a sus prósperas actividades económicas, Condorcanqui empezó a sufrir la presión de las autoridades españolas, en especial por presión de los arrieros argentinos que intentaban tener el monopolio del tránsito de mineral por el Alto Perú. Las autoridades españolas sometieron a Condorcanqui al pago de prebendas e impusieron la obligación a todos los indígenas de participar en la mita, o trabajo en las minas en favor de la Corona.

Ante este y otros excesos de las autoridades españolas, Condorcanqui presentó en 1776, una petición formal ante la Real Audiencia de Lima para que los indígenas fueran liberados del trabajo obligatorio en las minas (mita). La decisión de la Audiencia de Lima fue negativa, causando en Condorcanqui un profundo rechazo y resentimiento.

El 4 de noviembre de 1780 se inicia el movimiento militar de José Gabriel Condorcanqui contra la dominación española, adoptando el nombre de Túpac Amaru II, en honor de su antepasado el último Inca de Vilcabamba. Túpac Amaru se declara Inca y Rey.

Tupac Amarú II












Foto, Gabriel Condorcanqui y su esposa, quien sería asesinada junto al Inca.

Nacimiento: 19 de marzo, 1738
Surimana, Cuzco, Virreinato del Perú
Fallecimiento: 18 de mayo, 1781
Cuzco, Virreinato del Perú
Ocupación: Curaca, Caudillo y Primer líder libertador de América
Cónyuge(s): Micaela Bastidas Puyucahua

lunes, 18 de mayo de 2009

Tupac Amarú II. 18 de mayo de 1781













Hoy 18 de mayo de 2009, se cumplen 228 años de la cruel muerte (vil asesinato) del último INCA Tupac Amarú II, luego de apresado y torturado, junto a su esposa e hijos fué asesinado. Otro ejemplo de la "Justicia" española en la conquista de América.

José Gabriel Condorcanqui Noguera, "Túpac Amaru"- caudillo de la mayor rebelión anticolonial que se dio en sudamerica durante el siglo XVIII, usó indistintamente los dos nombres1 -, conocido como Túpac Amaru II (quechua: Tupaq Amaru iskay ñiqin) (Tinta, Perú 19 de marzo de 1738 - Cusco, 18 de mayo de 1781), descendiente del Sapa Inca Tupac Amaru, cacique de Surimana, Tungasuca y Pampamarca, era adinerado, dedicado al comercio.

Líder que encabezó el mayor movimiento de corte indigenista e independentista en el Virreinato del Perú, primero en pedir la libertad de toda América y en decretar la libertad de los llamados "negros". Su movimiento constituyó un parteaguas, debido al cual las autoridades coloniales eliminaron a la clase indígena noble y acrecentaron la represión contra lo andino, por el temor de que algo así volviera a repetirse.


Ha sido reconocido como el fundador de la identidad nacional peruana. Fue una figura capital para el régimen velasquista (1968-1975) y desde entonces ha permanecido en el imaginario popular reivindicado.

sábado, 16 de mayo de 2009

Leyendas de Nuestra Tierra: El Pujllay










También se escribe Pucllay.

Espíritu del Carnaval diaguita-calchaquí. Para algunos autores (Adán Quiroga) se trata de una deidad; en cambio para otros (Eric Bornan) no es sino un mero personaje del Carnaval. Esto último puede ser cierto en la actualidad, como consecuencia de un proceso de desacralización. Porque en ese caso, como en muchos otros, la representación habría terminado aboliendo a la divinidad, convirtiéndose en algo con fin en sí mismo, persona o personaje.

Pero tal vez nadie se atrevería a negar seriamente que el antiguo dios de la chaya esté vivo, de algún modo, bajo la ridícula apariencia del Pujllay.
Agüero Vera lo pinta como un dios efímero, que viene y se pone a llorar como un ebrio sentimental y lírico. Preside el Carnaval, pero no con la solemnidad y el terror, arma de los dioses, sino con la farsa. Más esta farsa, por la pasión y las lágrimas que la nutren, resulta dolorosa y profundamente humana, combinación que no encontraremos en los himnos báquicos, por lo que no es acertado asemejarlo a este dios del panteón griego. También se diferencia del espíritu burlón y maligno del viejo sátiro Momo, con el que asimismo se o suele relacionar. El Pujllay es menos mordaz, presuntuoso y caricaturesco que éste, más simple y también más hondo.
Pero del viejo dios no resta más que una piltrafa: un pobre muñeco pintarrajeado y andrajoso montado en un burro o un chivo, de pelo blanco y amigo de la orgía, al que se carga toda la culpa del Carnaval. También puede ser un hombre disfrazado de viejo alegre, que divierte con sus chistes y bufonadas, como un Arlequín de los indios. Las características que encarna este personaje son las del dios que representa ya sin saberlo: alegre, socarrón, impertinente, dicharachero, un poco truhán, pero bonachón, humilde y al servicio de los humildes, sin arranque alguno de sobrebia.
Del viejo ritual queda el ídolo, los coros, la vidalita acompañada por caja chayera y el entierro ceremonial, que bien podía simbolizar, en tiempos prehispánicos, el paso del solsticio de verano.
Su reinado es tan regocijante como efímero. Llega al comienzo del Carnaval en jocosa cabalgadura, seguido por una multitud que ríe y canta al son de las cajas o tamboriles indios, echándole almidón a la cara y azotándose el enharinado rostro con ramas de albahaca, mientras beben aloja y hacen estallar cohetes. Y el Miércoles de Ceniza, después de tres días de francachelas, lo llevarán en angarillas a enterrarlo en las afueras del pueblo, entre mares de lágrimas no tan fingidas, porque la tristeza es honda a esa hora. En su tumba echarán frutos para que se los duplique el próximo año, gracia que se le pide a un dios y no a un monigote.

Leyendas de Nuestra Tierra: El Pombero










El Pombero o Curahú Yará (dueño del sol) sería una modificación del Yasy Yateré, individuo de gran estatura, delgado, con sombrero y una caña en la mano.

Es el más popular de los duendes guaraníes, que roba a los niños que se adentran en la selva.

Indio guaicurú robusto, con vello inclusive en las palmas de las manos y en las plantas de los pies (también se lo llama Pyragüé, o pies con pelos) por lo que no se lo escucha al caminar. Silba como las aves y pía como los pollitos haciéndolo aparecer como viniendo de un lugar diferente del que realmente está. Se transforma en plantas o animales o aún se vuelve invisible para poder penetrar por el ojo de una cerradura. Ronda las casas especialmente durante la noche; como le disgusta que se lo nombre, los campesinos, al hablar de él, lo llaman Karai Pyhuré o Pyjharé-guá.
Es buen amigo cuando se le obsequian huevos frescos, miel, tabaco negro y caña: protege el ganado de sus amigos y vigila el sueño. Pero es vengativo cuando alguien se olvida de dejarle sus regalos en los lugares fijados. Habita en los hornos y en las taperas.

sábado, 9 de mayo de 2009

La Chacarera bien mensurada













Alberto Abecasis, su autor, ralizó variados estudios y prácticas musicales. Pianista y ejecutante de diversos instrumentos folklóricos, integró y dirigió grupos de canto y danzas argentinas. En otro campo ha sido intensa su actividad como director y arreglador de música coral. Por más de veinte años condujo coros en varias poblaciones, así como organizó encuentros y festivales.

El Octeto Vocal la Carlota, que dirigió, cumplió una reconocida trayectoria.

Es coautor de trabajos audiovisuales sobre Yupanqui, el Gaucho, Música del Noroeste y otros temas.

Asimismo fue fundador e intérprete de flauta dulce en el Conjunto de Música Antigua de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

La presente obra sobre la chacarera se inscribe en su permanente vocación docente, que ha volcado en recitales, charlas, programas radiales y cursos en escuelas y otros ámbitos.

Editada por la Universidad Nacional de Río Cuarto, la obra consta de 114 páginas encuadernadas en rústica.

Los interesados en obtener este libro pueden escribir a abecasislacarlota@arnet.com.ar

Leyendas de nuestra Tierra:La Telesita




















Cuenta la tradición que Telésfora Castillo, a quien llamaban Telesita, había nacido en Tolojona, y que vivió a mediados del siglo pasado en la región del Salado (Departamento Figueroa, Santiago del Estero). Conocida en toda la provincia como alma milagrosa, se la llama en algunos lugares, Telesita, Tele o Telésfora. (-según las versiones- era una "inocente" (poca inteligencia)).

Era de extraordinaria belleza y ambulaba constantemente por el interior de los bosques, frecuentando algunos boliches donde cantaba y bailaba, habiendo quien asegura haberla visto en la misma ciudad de Santiago del Estero. Los paisanos se acostumbraron pronto a la Telesita, a quien querían por su bondad y sencillez. Pero un día - ellos lo dicen - amaneció quemada en un rancho, habiendo quien afirma haberla hallado muerta en una acequia a tres leguas de la ciudad de Santiago del Estero.

Una versión cuenta que se trataba de una jovencita que mendigaba y murió quemada al tratar de calentarse junto a un fogón. Otra versión la presenta como a una muchacha que sólo gustaba de bailar y que, atraída por los sones de una caja, se acerco danzando a una fogata, de donde saltó una chispa que prendió en sus vestidos y la carbonizó. En suma, todas las leyendas coinciden en la circunstancia de la muerte trágica.

Lo cierto es que después de su muerte, la Telesita estaba más cerca de los campesinos que antes y se le han atribuído milagros sorprendentes. Se encomendaban - y aún lo hacen - a ella, ofreciéndole un baile con bombo y violín. Y aseveran que así que se producía una pérdida de algún vacuno o prendas de valor eran robadas se hallaban indefectiblemente después de ofrecerle un baile en el que abundase el aguardiente hervido con poleo.

(Si a alguien se le extravía algo, le ofrece una Telesiada, baile con caña y música que se inicia con un chacarera... No se puede cambiar de pareja y se baila hasta caer al piso (por la cantidad de alcohol ingerido o por el cansancio)).

Las reuniones que se hacen en su homenaje se llaman Telesiadas, y se llevan a cabo en la casa del que ofrece el baile. Se prepara un muñeco de papel o trapo y se lo coloca sobre una mesa o catafalco, simulando así el cuerpo de la Telesita. Cuatro o cinco velas puestas a su alrededor se encienden antes de comenzar el baile. Cuando éste se inicia, el promesante y su mujer bailan siete chacareras seguidas, y entre una y otra se bebe una copa de caña o aguardiente (los dos danzarines). Después se generaliza el baile y corre abundante la caña, cerveza o vino u otra bebida cualquiera. La música se ejecuta especialmente en los siguientes instrumentos: caja, bombo, violín y guitarra.

Las canciones que tradicionalmente se tocan son chacareras, zambas, gatos, etc. También se escuchan " coplas al angelito ", es decir no alusivas a ella. La fiesta termina a la madrugada, hora en que la imagen de la Telesita es quemada ritualmente, para rememorar el triste fin que en vida tuvo la Telésfora .

Cuenta la tradición que Telésfora Castillo, a quien llamaban Telesita, había nacido en Tolojona, y que vivió a mediados del siglo pasado en la región del Salado (Departamento Figueroa, Santiago del Estero). Conocida en toda la provincia como alma milagrosa, se la llama en algunos lugares, Telesita, Tele o Telésfora. (-según las versiones- era una "inocente" (poca inteligencia)).

Era de extraordinaria belleza y ambulaba constantemente por el interior de los bosques, frecuentando algunos boliches donde cantaba y bailaba, habiendo quien asegura haberla visto en la misma ciudad de Santiago del Estero. Los paisanos se acostumbraron pronto a la Telesita, a quien querían por su bondad y sencillez. Pero un día - ellos lo dicen - amaneció quemada en un rancho, habiendo quien afirma haberla hallado muerta en una acequia a tres leguas de la ciudad de Santiago del Estero.

Una versión cuenta que se trataba de una jovencita que mendigaba y murió quemada al tratar de calentarse junto a un fogón. Otra versión la presenta como a una muchacha que sólo gustaba de bailar y que, atraída por los sones de una caja, se acerco danzando a una fogata, de donde saltó una chispa que prendió en sus vestidos y la carbonizó. En suma, todas las leyendas coinciden en la circunstancia de la muerte trágica.

Lo cierto es que después de su muerte, la Telesita estaba más cerca de los campesinos que antes y se le han atribuído milagros sorprendentes. Se encomendaban - y aún lo hacen - a ella, ofreciéndole un baile con bombo y violín. Y aseveran que así que se producía una pérdida de algún vacuno o prendas de valor eran robadas se hallaban indefectiblemente después de ofrecerle un baile en el que abundase el aguardiente hervido con poleo.(Si a alguien se le extravía algo, le ofrece una Telesiada, baile con caña y música que se inicia con un chacarera... No se puede cambiar de pareja y se baila hasta caer al piso (por la cantidad de alcohol ingerido o por el cansancio)).

Las reuniones que se hacen en su homenaje se llaman Telesiadas, y se llevan a cabo en la casa del que ofrece el baile. Se prepara un muñeco de papel o trapo y se lo coloca sobre una mesa o catafalco, simulando así el cuerpo de la Telesita. Cuatro o cinco velas puestas a su alrededor se encienden antes de comenzar el baile. Cuando éste se inicia, el promesante y su mujer bailan siete chacareras seguidas, y entre una y otra se bebe una copa de caña o aguardiente (los dos danzarines). Después se generaliza el baile y corre abundante la caña, cerveza o vino u otra bebida cualquiera. La música se ejecuta especialmente en los siguientes instrumentos: caja, bombo, violín y guitarra. Las canciones que tradicionalmente se tocan son chacareras, zambas, gatos, etc. También se escuchan " coplas al angelito ", es decir no alusivas a ella. La fiesta termina a la madrugada, hora en que la imagen de la Telesita es quemada ritualmente, para rememorar el triste fin que en vida tuvo la Telésfora.

Esta es la copla popular donde el que se encuentra con el alma en pena de la Telesita aprende lo que debe decir para congraciarse:
- Qué andás haciendo, Telesita.
- Aquí ando, pues.
- A ver, bailámelo, Telesita.
- Bueno, te lo bailaré..La Telesita tiene ciertos puntos de contacto en lo que se refiere a la posibilidad de culto y ofrendas, de rescatar lo perdido, con el Negrito del Pastoreo, el alma del Quemadito y la Difunta Correa en nuestro país, con el Sacy Perere en Brasil y el Señiles de Panamá.

Leyendas de nuestra Tierra:El Coquena













Es una deidad diaguita-calchaquí, cuya función principal es vigilar los rebaños salvajes de llamas, guanacos y vicuñas, cuidando que los cazadores no maten innecesariamente. Habita en la puna salteña y Jujeña, persiguiendo a quien mata con armas de fuego. Se dice que es un hombrecito retacón, de cara blanca y con barba. Según Edgardo Bossi es lindo, elegante, lleva un sombrero ovejón y usa ropa tejida con lana, pantalón de barracán, camisita de lienzo y un collar de víboras relumbrando, calza sus pies con ojotitas con clavos de plata. Cambia su poncho todos los años para el carnaval y lo entierra, al viejo, en donde tiene su tesoro escondido. Es el patrón de los animales del campo y de los cerros. Sólo permite que cacen por necesidad y a la vieja usanza (rodeando las tropas con hilos y trapos colorados y boleándolas). Suele premiar con monedas de oro a los pastores que cuidan bien sus rebaños, y no sobrecargan las llamas en las travesías por la montaña. Para pedirle permiso a Coquena, hay que dejarle ofrendas sobre una apacheta. Se coloca una tortilla de cocho, (mezcla de harina de maíz, con algarroba molida, azúcar o melaza) coca y un poco de chicha. De ese modo el dios protegerá al cazador, guiándolo hacia los rebaños más gordos y numerosos.

Se dice que silba entre los cerros, masca coca continuamente, y trata de ocultarse a los ojos curiosos de los humanos. Vigila los rebaños que pacen en la montaña, y cuando se ven animales sin la compañía de un pastor, la gente de la zona comenta que es Coquena quien los guía hacia los pastos tiernos. También se dice que durante la noche lleva rebaños cargados de plata y oro extraído de las minas cordilleranas hacia el Sumaj Orko de Potosí, para que sus riquezas no se agoten.
Coquena es difícil de encontrar, pero si por casualidad alguien lo ve, se lo considera como un mal presagio. La visión es sumamente fugaz, porque de inmediato se transforma en un espíritu. No es un duende temido, porque no asusta, ni hace el mal. Sólo castiga a quien utiliza armas de fuego, o mata sin necesidad.

Para Lázaro Flury, se confunde con el Llajtay, que atraviesa los cerros silbando, ocultándose de la mirada de los humanos. Este estudioso recogió una anécdota que dice que cierta vez un montañés se enteró en Tilcara que Coquena había regalado una bolsa con monedas de oro a un cazador furtivo, para que deje de matar. Inmediatamente, para provocar un encuentro con el duende, tomó su escopeta y se dirigió a las montañas, comenzando una matanza de vicuñas. Coquena, no se mostró al hombre, sino que lo castigó a vagar errabundo por los cerros, cuidando una majada imaginaria. El cazador se volvió opa.

Berta Elena Vidal de Battini recogió una versión del Llajtay en Ischilón (al este de Tucumán) donde se describe al duende que Fortuny dice se trata de la misma deidad:... petiso, fornido, de larga barba blanca, vestido como un pastor de cabras. Calza ushutas (sandalias indias) y lleva un urku de lana de alpaca o vicuña, (gorro con orejeras) en su cabeza, debajo del cual se observan ojos negros intensos. Da saltos increíbles en las laderas tocando su flauta de húmero de cóndor, alegrando toda la Puna.

Entiendo que esta deidad cordillerana cumple la misma función que el Pombero, y tantos otros asustadores. Creo que no se confunden las interpretaciones populares. Se trata de adaptaciones que hacen los lugareños de sus saberes recibidos vía transmisión oral, aplicando luego a sus relatos, las características de su idiosincrasia.

Tradición gaucha









La incógnita no resuelta sobre la "prenda del payador" Santos Vega
La tradición dice que aquel trovador "murió cantando su amor", porque aparentemente no fue correspondido

Dos poetas argentinos: Bartolomé Mitre, en sus "Armonías de la Pampa", y Rafael Obligado en la más conocida de sus "Leyendas Argentinas" fueron quienes popularizaron la figura del inigualable payador Santos Vega.

Su estampa varonil de gaucho, recorriendo los pagos desde el Tuyú montado en su alazán tostado "antes muerto que cansado" y sobre todo, la voz incomparable con la que cantaba o improvisaba sus coplas en memorables payadas, han impreso en nuestro corazón argentino huellas indelebles.

Pero sabemos por coplas populares anónimas -que Mitre y Obligado citan- que "Santos Vega el payador/ aquél de la larga fama / murió cantando su amor/ como el pájaro en la rama" y que decí a: "cantando me han de enterrar/ cantando me´i de ir al cielo" y esta extraña premonición, que habla de amor y muerte es la que permite conjeturar sobre su vida y sobre su muerte.
Su muerte legendaria después de la payada fatal, ha quedado para siempre en los versos de Mitre y de Obligado.
Como poeta y como mujer, me atrevo a conjeturar acerca del amor de Santos Vega y me formulo la pregunta ¿quién fue, cómo era la "prenda" del payador?
La realidad histórica de una biografí a que escapa a los documentos, evadiéndose en alas de la leyenda, no puedo rescatarla.

Por eso me valdría de los mismos poetas que inmortalizaron la singular payada en la que el extraño forastero -llámese Juan sin Ropa o Juan Gualberto Godoy- venció a nuestro querido Santos bajo la sombra de un tala. Me valdré también de canciones populares que mencionan a la amada del insigne payador. Poetas y canciones coinciden en el retrato fí sico de la hermosa joven: sin duda, era morocha. La gentil "morocha argentina" que tipifica la antigua tonada provinciana con letra y música de Adolfo R. Avilés, es la "negra" de los "ojazos" como soles, que muy de madrugada brinda un "cimarrón" al noble gaucho en su amado rancho bajo la sombra del ombú...
Morocha, joven, esbelta, gentil, bizarra, trenzas negras, ojos renegridos: así era, probablemente, la amada de Santos Vega.

Pero ¿cómo correspondió al corazón de ese genial payador, que según las mentas "murió cantando su amor/ como el pájaro en la rama?" Aquí las lí neas tradicionales son divergentes. La que recogen Mitre y Obligado, la muestra fiel y amante; Santos Vega muere a su lado, pulsando la gui tarra que ella besara, entonándole sus últimas endechas: "Adiós, luz del alma mí a/ adiós, flor de mis llanuras/ manantial de las dulzuras/ que mi espíritu bebía".
La segunda corriente tradicional, la más verosímil y artística, según creo, muestra a la prenda del payador como quizás lo fue en realidad: una hermosa y sencilla paisanita cuyos ojazos negros iluminaban el rancho junto al ombú solitario, pero que fueron incapaces de leer en el alma del poeta payador la hondura de un destino trascendente. Y se apartó de él, temerosa de que la arrebatara ese viento de eternidad, como un pétalo de flor indefensamente leve.

¿Y cuál es el dolor que a tal punto aflige a Santos Vega que quizás en vano intentan consolar las acacias y sauces del camino inclinándose al paso del "centauro de las pampas", del "invicto Payador"?

La respuesta no se hace esperar y con ella según "los que saben de amores escondidos", concluye el vals cerrando el telón del drama con dos versos: "Sólo son culpables dos ojos renegridos de aquella gran tristeza que aflige al trovador".
Este final parece convenir más a la leyenda de nuestro payador que pasa incólume por la muerte de los pagos del Tuyú a los pagos del Cielo.

Y su "prenda" inspira también mi modesto homenaje a su recuerdo en esta décima:
Tiende, el tiempo, añeja, el ala.../ sólo mentas nos quedaron/ de los gauchos que payaron/ bajo el ombú o bajo el tala./ Más como Argentina gala,/ hasta nuestro pecho llega/ dulce voz de Santos Vega/ hecho guitarra y dolor/ y ese misterio de amor/ que con su "prenda" nos lega.

domingo, 3 de mayo de 2009

Presentación del Maestro de Purmamarca: Tomás Lipán











Tomás Lipán actuará el sábado 16 de mayo 2009, a las 21 hs. en la peña "HUECHE", en el 7º Aniversario, en el Centro Tradicionalista El Pial - Ramón Falcón 2750 - Flores - Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



Información TE:
4602 - 7014 // 15 5867 3410 -


valor entrada $ 18.-


La información es Gentileza de la Lic. Susana Fandembure

sábado, 2 de mayo de 2009

Tomás Lipán. Biografía














TOMÁS LIPÁN


Es uno de los exponentes más representativos de la expresión cultural de su provincia, como así también una de las destacadas figuras artísticas del folklore argentino.

Nacido en Purmamarca, pueblo multicolor de la provincia de Jujuy, TOMÁS RÍOS –su verdadero nombre– tuvo un despertar artístico a muy temprana edad. Sus innatas cualidades de cantor, como así también de intérprete de instrumentos autóctonos, lo llevaron a ser partícipe y animador permanente de los acontecimientos culturales de su comarca.

Entre 1974 y 1977 integró el conjunto indoamericano “Sones de América”, renombrado grupo folklórico de entonces, formado en la ciudad de Salta por su hermano Domingo Ríos.

En 1980, ya como cantor solista, adopta el nombre artístico TOMÁS LIPÁN, en homenaje a sus ancestros, que vivieron precisamente en Lipán, un paraje distante 10Km del pueblo de Purmamarca.

Así, ha cantado en distintos escenarios nacionales, y en ciudades de otros países: Calama, Antofagasta, Iquique, Tarija, Tupiza, Sucre, Miami, Londres, Cuzco, Berlín, Paris, México y Caracas. Invitado por Jaime Torres, actuó en Japón, Australia, Singapur, Malasia e Indonesia.

Algunos de los escenarios argentinos destacados en los que cantó: Teatro ND Ateneo, Centro Cultural Borges, C.C. General San Martín, Teatro Alvear, Teatro Astral, Teatro Astros, Teatro Carlos Carella, Congreso de la Nación, Auditorio de Radio Nacional, Auditorio del Colegio de Abogados, Anfiteatro Juan Bautista Alberdi (Bs.As.), Teatro Argentino (La Plata), Festival Nacional de Marcos Paz (Pcia. de Bs.As.), Anfiteatro Municipal de Rosario, Centro Cultural Bernardino Rivadavia (Rosario), Complejo Guido Miranda (Resistencia), Americanto (Mendoza), Festival Nacional del Cordero (Puerto Madryn), Encuentro Norte Sur (Rawson), Casa de la Cultura (Tucumán), Anfiteatro "Arturo Illia" de la UNSA y Teatro del Huerto (Salta), Tantanakuy (Humahuaca), Teatro Mitre (S.S. de Jujuy); en el Encuentro de Copleros y en la Fiesta de la Pachamama (Purmamarca) en las ciudades patagónicas de Río Turbio, 28 de Noviembre y Ushuaia; en el Festival de Cosquín y en los festejos por el Centenario de La Quiaca.

Ha realizado ocho trabajos discográficos; todos en forma independiente: “El Canto de Purmamarca” Vol.1 (1985); “El Canto de Purmamarca” Vol.2 (1987); “Desde Jujuy...” (1994); “Amor y Albahaca” (1998); “Canto Rojo” (1999); “Cautivo de Amor” (2001); “Ramo de Luna” (2006); y “Sikurero” (2007). Ha participado en grabaciones de Jaime Torres, Jairo, Fortunato Ramos, entre otros, y en el disco “Quebrada de Humahuaca, Patrimonio de la Humanidad” (2004). Cuenta además con un video arte documental “Siglos... con la garganta del alma” (2000). Produjo grabaciones de otros intérpretes de su región, para lo cual creó el sello UKÍA, que cuenta a la fecha con 26 títulos.

Como actor, en el verano de 2004 encarnó el personaje de Sacerdote Inca en el episodio 1 de “Mandinga, siete relatos perdidos” del realizador GONZALO CALZADA (largometraje aún no concluído). En el otoño de 2005 personificó al Ciego en la película “El Destino” de MIGUEL ÁNGEL PEREYRA, estrenada en 2007. En “Nacido y Criado” de PABLO TRAPERO, estrenada en octubre de 2006, su interpretación de Cacique le valió la nominación para los Premios Cóndor de Plata (2007) como actor masculino revelación.

Cabe mencionar su participación -durante 2007- en la XIXº Feria del Libro de Antropología e Historia de México; también en la IIIº Feria Internacional del Libro de Venezuela; el ciclo de su espectáculo “Retumbos” en el Teatro Carella de Buenos Aires. En el 2008 también ha presentado “Retumbos” en el Teatro ND-Ateneo, Teatro Auditórium de Mar del Plata y Cine Teatro Alfa de Jujuy. También estuvo en el mega-espectáculo por el centenario de Ledesma (Jujuy), en el ciclo “Yo tengo tantos hermanos” de la Secretaría de Cultura de la Nación, y recientemente en el Teatro Mitre de Jujuy para el “XVIIº Congreso Geológico Argentino”. De este 2009 se destacan su participación en el Americanto de Mendoza y su ciclo en el C.C. Torquato Tasso de Buenos Aires.